Hubo un tiempo en el que temía mucho a mi sombra, por la historia que me fueron contando a lo largo de mi vida sobre lo mala que era mi obscuridad o el ser inadecuada y cuando hablo de inadecuada, siempre lo relacioné con el tema del peso. Por eso triste y absurdamente, esta es una de las poquíiiisimas fotos que tengo con Erika Paola, pues detestaba que me retrataran. Ya tocará abordar ese tema…
En una ocasión a finales del 2009, nos invitaron a mi Memela (alma gemela, (Erika Paola, con quien aparezco en esta foto)), a un grupo de amigos y a mí, a una fiesta de disfraces.
Siendo honesta, yo siempre he preferido el día de muertos sobre halloween y como no veía en ese proceso de visibilizar y aceptar mi sombra, un camino de transformación hacia más luz en mí (como lo vivo ahora), siempre buscaba la forma de caminar con distintas máscaras “luminosas”. He aquí el claro ejemplo de lo que hoy te comparto.
Recuerdo que mi Memelowsky se burló de mí diciéndome “¿¿Cómo de ángel en halloween Memela??? No manches te hubieras puesto más rockera al menos” Jajajajajajaja y bueno… Obviamente no soy ángel y mucho menos rockera jajajajaja, pero ese día por Erika fui según yo “rockerísima” por unos segundos jajajaja. Un ángel rockeronsky jajajaja.
En esos días, nunca imagine que a los pocos meses, esa personita que llegó a mi vida para derrumbarme paradigmas; como el que tu alma gemela podían ser también tu mejor amiga, (como fue su caso) y no sólo tu novio, esposo o whatever… Que me llevó a sanar una parte de la relación con mi padre a quien no veo desde los seis años, que me hizo divertirme a mares con los “4 flamingos fantásticos” y la primera persona con la que experimenté una fuerte telepatía, evolucionara tanto y se hiciera una luz tan grande que tuviera que dejar su cuerpo para seguir apoyando este proceso de ascensión planetario desde un plano mucho más consciente y obvio con una vibración más alta. Yo sé que mi Memela desde donde vive ahora, debe estar sumamente feliz porque aunque por momentos no lo pareciera en esta 3D, la ascensión es evidente y todos somos pieza clave de ella.
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