Año cero

En unas horas iniciamos la semana, el mes y un nuevo año del calendario gregoriano, aunque para mí los nuevos años son el 29 de Marzo, (mi cumpleaños (cuando cambia la energía de mi retorno solar)), después del año nuevo para calendario chino, al igual que el inicio de año para la astrología, una de mis “nuevas” pasiones, que en realidad ya me hacía ojitos “desdenantes” de mis 18 y he ido recordando pian pianito.

   Para variar y no perder la costumbre yo llego siempre “tardeatiempo”… En el recuento de mis últimos años, hace unas semanas me percaté que el 2024  trae energía 8, la misma del día en que nací.

   Suelto al 2023 año cero para mí, en el que me rompí en millones de trocitos y conmigo todo lo que hacía, así como muchas de las cosas en las que creí por más de 27 años y abracé como la manera de resguardarme, caminar identificarme y construirme en la vida.

   Diciembre del 2020 fue cuando se dio el primer movimiento del que sería el GRAN cambio de mi encarnación actual. Comienzan a tambalearse mis torres; empezando por la de la espiritualidad, que entonces sentí derrumbada, pero hasta este 2023 comprendí que aquellos días, sólo perdió algunas partes, Fue también el año del evento que me hizo sentir en carne propia cómo se vive la frase: NUNCA SABES LO FUERTE QUE ERES, HASTA QUE SER FUERTE ES TU ÚNICA OPCIÓN.

   2021 Me llevó a cuestionarme en totalidad, a ilusionarme, a creer de nuevo en el amor y   descubrir en mí nuevos sentires. Lo mejor de ese año, fue que conecté  profundamente con el amor incondicional y reconocí mi esencia comunicadora.

   Febrero del 2022 conquiste uno de los miedos más grandes y recuperé la libertad, así como un trocito de mi Paz. Ese mismo año reconocí el alcance de mi fuego y lo poderosa que soy  cuando decido crear y crearme.

   2023 Me rompo en muchísimos trocitos, millones quizás y opto por irme a la nada, al SILENCIO absoluto, alejarme de todo y de todos, ahora sí al 100%. 

      Meses antes de quebrarme, ya había soltado terapia y nutrióloga, necesitaba caminar sola también en ese aspecto. Supongo que mi voz me estaba llamando fuertemente, así que me incliné hacia aguas profundas para lograr escucharla.

   Y aquí sigo la mayor parte del tiempo percibiendo la voz de mi silencio… Todavía hay mucho por atender y acomodar… Urano lo demolió todo,  llevándose los restos de la torre de mi espiritualidad. Y ahí estoy sin querer saber nada de ella, a pesar de que cada dos por tres se asoma en algunas de mis reflexiones, 

   Estas semanas he sentido regresar a mis espacios digitales porque algo que como notarás no suelto, es mi lado muy escribano y desde ahí es que decidí conocerme otra vez, por lo que escribiré más, mucho más.

   2024 Habrán varios cambios en este espacio y es lógico, porque los han habido en mí. Me muevo muy poco a poquito, estoy volviendo a conocerme y sintiendo ¿quién es esta mujer que me observa detenidamente en el espejo?, ¿qué está abrazando con su corazón y hacia donde la encamina su brújula? Para así poder empezar a colocar los nuevos cimientos.

   Inhalando y exhalando profundamente, nos movemos…

 

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